Conocer qué mascarilla es la más adecuada, cómo utilizarla y cada cuánto recambiarla es clave para protegernos de esta nueva variante.
Conocer qué mascarilla es la más adecuada, cómo utilizarla y cada cuánto recambiarla es clave para protegernos de esta nueva variante.
La variante delta es una de las más rápidas y contagiosas cepas de SARS-CoV-2. Ya está en Chile, y lo importante frente a este escenario es continuar con medidas más estrictas para impedir el contagio.
Las mascarillas más efectivas son las N95 y las KN95, “ya que ofrecen una protección que va del 95% al 97% de efectividad. Además, son bidireccionales, es decir, resguardan del contagio a quien las usa, pero también disminuyen la posibilidad de contagiar en caso de ser positivo al virus”, manifiesta la microbióloga Karin del Campo, académica de Tecnología Médica de la Universidad San Sebastián.
El único problema de este tipo de mascarillas es que son de un alto costo, por ello la autoridad sanitaria promueve el uso de las quirúrgicas tradicionales de 3 pliegues, que son más accesibles a todos los bolsillos. “Estas mascarillas son buenas, y se ha confirmado que evitan la propagación de las micro gotitas infectantes. Lo malo de las quirúrgicas es que son unidireccionales, es decir, evitan la propagación desde una persona infectada, pero a la vez no evitan que tú te infectes, es decir, el filtro no es reversible”, especifica del Campo.
Todas las mascarillas tienen una vida útil, por ello tienen que ser recambiadas. Además, hay que asegurar que la nariz y la boca sean cubiertas “a través de un buen ajuste con los elásticos, de lo contrario, se genera una falsa sensación de seguridad”.
En cuanto a las mascarillas de tela, la especialista explica que, si no tienen un filtro adicionado de por medio, no tienen una buena eficacia, de lo contario, no es conveniente usarlas porque no cumplen el objetivo protector.
Utilización combinada de mascarillas
La respuesta es sí, pero hay que tener ciertas consideraciones. “Si una mascarilla quirúrgica es utilizada junto con una de tela, se produce una sinergia y aumenta la protección”, explica la docente.
Lo que hay que considerar al combinar el uso de mascarillas es que va a disminuir el tiempo de protección, por ello, será necesario cambiarlas cada una hora. “Esto pasa porque aumenta la humedad ya que existe un mayor atrape del aliento, y esta menor permeabilidad de aire humedece más rápido la mascarilla quirúrgica que va primero. Todas las mascarillas, al humedecerse o ensuciarse, deben ser reemplazadas a la brevedad”, finaliza la microbióloga.
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