Esta es una pregunta muy común y frecuente, incluso para los investigadores en la materia.
Esta es una pregunta muy común y frecuente, incluso para los investigadores en la materia.
@karenuribarrig
Mucho se habla de que más vale calidad que cantidad, mientras otros aseguran que prefieren tener mucho sexo independiente de cuán bueno sea.
Es por eso que los investigadores George Loewenstein, Tamar Krishnamurti, Jessica Kopsice y Daniel McDonald, decidieron enfocarse en este tema y evaluaron a 128 matrimonios de entre 35 y 65 años de edad.
Para la correcta evaluación, esos voluntarios fueron divididos, de forma aleatoria, en diversos grupos. Para el primero, los investigadores solicitaron aumentar la frecuencia de las relaciones sexuales durante un cierto periodo de tiempo. Ya el segundo recibió órdenes de mantener el número de relaciones habituales.
Los resultados demostraron que el aumento en la frecuencia de las relaciones sexuales, al contrario del pensar popular, disminuye el deseo y los niveles de felicidad de las parejas. Esto, porque al enfocarse en la frecuencia, queda en el camino el encanto de lo natural y lo relajado.
Estos investigadores, además, aseguraron que nuestra cultura piensa erróneamente que el sexo nos trae felicidad, cuando -según ellos- lo que ocurre es que cuando estamos felices tenemos más ganas de tener sexo.
Quienes afirmaron tener sexo cuatro veces a la semana o más no dijeron sentirse más felices que quienes lo hacían solo una vez a la semana.
Pero, ¿cuándo es el promedio ideal de sexo por semana? "Una vez a la semana quizá sea un objetivo más realista que pensar que tienes que tener sexo todos los días, lo cual parece ser abrumador, así que lo evitas, dijo Muise, autora principal del estudio, publicado en la revista Social Psychological and Personality Science.
Sin duda, el sexo por tarea es muy poco erótico, pues el deber arruina el placer. A mi parecer, no hay que olvidar que tener sexo ayuda a liberar oxitocina y serotonina, las llamadas las hormonas del amor y de la felicidad, respectivamente, que generan un inmediato cambio de ánimo. Y sobre todo, aumenta las emociones positivas cuando va de la mano de cariño y afecto.
Cuando tenemos sexo, no sólo buscamos el placer corporal, sino que la conexión de intimidad y experimentar la magia del afecto. El sexo promueve una conexión magnífica con la pareja y es muy beneficioso en términos psicológicos. Así que si bien es más importante la calidad de cada encuentro; hay que intentar mantener una periodicidad para no desconectarnos del otro y no comenzar a apagarnos.