Poliamor
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El poliamor en tiempos de Covid

Las citas y los encuentros sexuales han estado en pausa para todo el planeta, sin importar la orientación sexual o la diversidad a la hora de vivir las relaciones. Te contamos cómo ha afectado especialmente a quienes viven – consensuadamente – más de una relación amorosa al mismo tiempo.

Por Valeska Foster.

Todas las relaciones interpersonales, en mayor o menor medida, se han visto afectadas por la pandemia. Sin embargo, en el caso de las relaciones amorosas problemas de diversa índole aparecen cuando los vínculos son más de uno, viven en otra casa o incluso están ocultos para la pareja principal. Y para quienes no estaban acostumbrados a la monogamia, el cumplimiento forzoso del confinamiento puede llevar a un fuerte deterioro de sus vínculos.

Un ejemplo de ello es el caso de Gabriela, argentina de 32 años, quien se declara poliamorosa y cuenta su experiencia al sitio web del diario El Clarín. “Mi vínculo vivía lejos de casa, en donde convivo con mi ‘pareja principal’, y nunca nos vimos. Ella me enviaba mensajes a toda hora (vivía sola) y yo a veces no podía responder o respondía más tarde porque estaba ocupada, esto empezó a generar problemas. Además tenía que irme a hacer mandados o a una plaza a pasear a mi perro para que habláramos tranquilas. No es que mi vínculo principal no supiera que estábamos juntas, pero no sabía todo y yo quería preservar la intimidad en nuestras charlas. La relación se fue deteriorando; ella rompía la cuarentena para ver a otra gente, pero a mí no me podía ver. Al final me dejó de hablar, cosa que me llenó de tristeza”.

La historia de Gabriela es más frecuente de lo que parece. Para contener y visualizar este tipo de problemáticas y nuevos escenarios producto de la pandemia, se han abierto recientemente más grupos de WhatsApp, videollamadas, chats o páginas de Facebook que proponen debates y diversos espacios de socialización. Pero no solo ahora, desde hace ya un tiempo Internet y las redes sociales han sido clave para que las comunidades que no viven la monogamia se encuentren y apoyen, especialmente fuera de la heteronormatividad. De hecho, en la lista de palabras googleadas en el 2017 en Estados Unidos, en la categoría de relaciones, “poliamor” fue la cuarta más buscada.

Otra de las experiencias que publica el sitio web del diario argentino es la de Jessica. “Tenemos una relación abierta con mi compa… Y lo único que podría decirte es que obviamente se dificultó muchísimo la posibilidad de tener otros vínculos sexoafectivos durante la pandemia. En principio, por miedo al contagio de Covid-19, decidimos no vernos con nadie más. Hace poco nos vimos con un amigo con el que el vínculo de algún modo es sexoafectivo y después nos sentimos re mal y perseguidos por ‘romper la cuarentena’ y porque sabemos que este chico no la respeta. Fue un riesgo.”

En un episodio de marzo de 2020 de su Savage Lovecast, el columnista sexual Dan Savage declaró que el “poliamor se canceló” debido a la pandemia. Las declaraciones de personas en distintos países coinciden con su afirmación y explican que se consideran “monógamos por ahora”, aunque no por preferencia, sino por las circunstancias.

No existen muchas cifras al respecto, sin embargo según un informe del Journal of Sex & Marital Therapy de 2016, uno de cada cinco estadounidenses (un 20%) asegura tener o haber tenido una relación consensual fuera de la pareja. Por otra parte, un documental de CBSN sugiere que entre 4 y 5 por ciento de los adultos que viven en el país norteamericano están practicando actualmente la no monogamia consensuada, mientras que un estudio de 2018 estima que al menos 1.44 millones de adultos caen dentro de la categoría poliamorosa. La socióloga Elizabeth Sheff ha señalado que estas estadísticas probablemente subestiman la prevalencia de estos arreglos, porque muchos poliamoristas “a menudo están encerrados y temen la discriminación debido al estigma que a menudo se atribuye a los modelos de relación no tradicionales”.

Algunos medios de comunicación y sitios web españoles también han abordado recientemente estos temas. “Es indiscutible que el confinamiento ha sido un experimento sociológico a lo bestia sobre la exclusividad sexual, independientemente de la manera en la que entiendas el amor. Pero no sólo para nosotros, también para quienes, practicando una supuesta relación ‘monógama’ tenían amantes o incluso quienes han vivido el encierro en soledad”, explica Juan, de 36 años al sitio web español Trendencias. Y agrega. “Es probable que mucha gente se haya replanteado sus relaciones monógamas durante todo este tiempo. No hablo de atravesar una crisis de pareja, va más allá: se han dado cuenta de que una sola persona no puede satisfacer sus necesidades”, sostiene.

“En tiempos de crisis, incertidumbre y pánico social, la necesidad de sentirnos arropados y queridos aumenta exponencialmente”, explica también al web de Trendencias la terapeuta Marisol Rodríguez. Por ello, la experta sostiene que no sería extraño pensar que cada vez más personas puedan plantearse el poliamor como modo de vida tras la pandemia: “Lo que está claro es que para se lo puedan plantear deben partir de la base de que es una opción igual de respetable que la monogamia, perfecta si no satisface tus necesidades afectivas y/o sexuales. Es más, muchos llegan al poliamor mediante una relación monógama estable en la que ambos deciden abrirse a otras relaciones”.