¿Cómo sacar máximo provecho a las vacaciones de invierno?
La clave, para beneficiar la salud integral de los niños y niñas, está en ofrecerles experiencias que los desconecten de las jornadas rutinarias generadas por el encierro.
Esta semana finalizan las vacaciones de invierno, un periodo de descanso que se llevará a cabo en medio de una crisis sanitaria con altos costos para la salud mental de toda la población. En el caso de los niños, estos efectos son visibles en la calidad del juego, pues se torna monótono y muchas veces se limita al uso de pantallas.
Este contexto exige que este receso les permita una desconexión de la rutina sostenida durante los confinamientos. “Los padres y madres deben aprovechar la salida de cuarentenas en las comunas para de salir con los niños. Una visita al parque, de por lo menos 20 minutos, ya es beneficioso para ellos”, manifiesta Estefanía Araya, terapeuta ocupacional especialista en pediatría, y académica de la Universidad San Sebastián.
El movimiento es fundamental. Una caminata, la interacción con el exterior o juegos que fomenten la propiocepción, “contribuirán a que ese niño esté más regulado a nivel corporal y cognitivo, sobre todo al momento de realizar actividades que exijan concentración, como ocurre con las tareas del colegio”, comenta la docente.
En casa también es posible estimularlos a través de aspectos cotidianos, por ejemplo, a través de la cocina. “Proponerles cocinar juntos, hacer panqueques, pizza, o cualquier preparación en familia, los ayuda a desarrollar habilidades, pero también con su independencia y autonomía”. Los juegos de mesa, las imitaciones y los disfraces también son una buena apuesta, lo importante es fomentar su creatividad, enfatiza Araya.
La realización de manualidades también es beneficiosa. “Interactuar con témperas, colorear, jugar con plasticina, permitirá que ese niño haga un cambio en la información sensorial que recibe, ayudando a su regulación”.
Los adultos deben parar
Para aumentar el disfrute de los más chicos es importante que los adultos se detengan. “La escucha activa de sus necesidades es muy beneficiosa para ellos. Muchos padres, madres o cuidadores están inmersos en el teletrabajo o el celular y no ponen atención a lo que su hijo les está diciendo. Estar presente, concentrados en lo que el niño o niña diga, es esencial”, agrega la terapeuta ocupacional.
La comunicación no puede estar ausente, sobre todo en torno a la información más dura de la pandemia. “Todos los niños son distintos, algunos pueden manifestar temor al virus o a que su familia le pase algo a causa de ello, por eso es importante contarles qué es lo que pasa, por qué no pueden salir como antes o por qué deben seguir usando la mascarilla. Generalmente ellos son muy buenos entendiendo, y es nuestra tarea estar comunicándonos asertivamente con ellos, atendiendo sus dudas o temores”, finaliza la especialista.
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