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Sexología

Vida sexual ¿Tienes verdadera intimidad?

“Vamos a intimar” o “tuvimos intimidad” son frases que frecuentemente oímos de quienes comentan sobre su vida sexual. Sin embargo, intimidad no sólo aproximación corporal sino que se entiende como la capacidad de ponernos en el lugar del otro y tomar contacto con sus sentimientos (Díaz Morfa, 2003).

@karenuribarrig

Para tener intimidad, entonces, se requiere un tipo de relación especial, ya que se necesita seguridad personal y confianza en el otro.

La intimidad, entendida como la proximidad emocional entre dos personas, involucra afecto, preocupación mutua, confianza, comunicación de sentimientos y pensamientos, expresión de sensaciones, responsabilidad e intercambio libre de información.

Cassidy (2001) propone que para llegar a estar cómodo en la intimidad es necesario disponer de cuatro capacidades: la capacidad de buscar cuidados, de ofrecerlos, de sentirse bien con la autonomía y de negociar.

De esta forma, la intimidad es la capacidad de las personas para conectar con las partes más profundas de uno mismo y a su vez compartirlas. Consecuentemente, la intimidad sexual reclina en comunicar lo más profundo dejando que el otro ingrese en nuestros misterios y en nuestra corporalidad. Esto no comprende solamente una desnudez física, sino que también un paseo por  su espacio único y privado. Así, completamente vulnerable permite que la otra persona sea testigo y cómplice de los efectos provocados en sí mismo por la respuesta sexual. El contacto sexual se hace menos arriesgado. Una relación íntima actúa como protección y como forma de evitar que nos sintamos solos  (Kaplan, 1979).

Cabe deducir que si estás acompañado por una persona evasiva y que utiliza todo tipo de herramientas para mantener distancia (como el enojo, las discusiones, las críticas, excusas), entonces no está disponible emocionalmente para tí. Ahora bien, cuidado, que puede ser que tú no estés disponible y buscas personas así como “excusa” inconsciente para mantener lejanía y no entrar al terreno de la intimidad.

Recordemos que entre las múltiples necesidades humanas se destacan dos: La necesidad de satisfacción sexual y la necesidad de sentirse querido y tener a quien querer. Estas necesidades podemos relacionarlas con el sexo y el amor, áreas independientes pero que sin duda confluyen en la intimidad.

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