El TOC y las obsesiones sexuales

Sabías que “en países de ingresos bajos y medios, más del 75% de las personas con trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias no reciben ningún tratamiento para su afección”?, según la OMS.

@karenuribarrig

Muy preocupante, sobre todo en los tiempos que estamos viviendo, donde además se ha visto que el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) ha registrado un incremento aproximado del 30% en su consulta por este motivo. Aún así, pocos saben muy bien de qué trata y muchos tienden a caricaturizarla. En Chile, por ejemplo, esta compleja patología psiquiátrica no está cubierta por el AUGE. Y si bien el TOC más conocido es aquel que está relacionado a la higiene y el orden (de allí que la gente sólo los considere neuróticos o excéntricos), lo cierto es que existen muchas más categorías en esto.

“El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno psiquiátrico, con diferentes edades de inicio, niveles de severidad, comorbilidades, y dimensiones sintomáticas, pero es siempre severo en sus consecuencias, ya que deteriora la calidad de vida del paciente y su entorno. La forma de presentación es homogénea en cuanto a la presencia de sus síntomas primarios: ideas obsesivas y compulsiones, con el consecuente malestar, ansiedad, angustia o asco; y heterogénea en cuanto al contenido que estos síntomas adquieren en cada caso. Es importante recordar que este trastorno tiende a ser crónico, e improbable que se resuelva por sí mismo, sin el tratamiento adecuado y ofrecido por los profesionales especializados”, explica el Médico Psiquiatra y sexólogo clínico argentino, Dr. Ricardo Pérez Rivera.

Y, evidentemente, la sexualidad es un área que se ve afectada por el TOC, y los pacientes suelen padecer dificultades como falta de sensualidad, anorgasmia, insatisfacción con su vida sexual y evitación del encuentro sexual. Una parte de la intimidad es revelar a la pareja información íntima, datos personales que no pueden trascender, confiar en el otro. Hay evidencia indirecta en la que se demuestra una importante dificultad para confiar en la pareja en estos pacientes.

De acuerdo con Monnica Williams, directora del Center for Mental Health Disparities, de la University of Louisville, un trastorno obsesivo compulsivo daña de forma importante la vida sexual de las personas, a tal grado de abandonarla por completo. Algunas de las formas en que el TOC impacta la vida íntima son:

1. Miedo a las infecciones. Existen personas con un trastorno obsesivo compulsivo que temen contagiarse con algún virus o bacteria que dañe su salud. Por ello evitan el contacto con la pareja, la visita a baños públicos y hospitales. Algunas exageran en la higiene.
2. Obsesión por los embarazos. Las personas con un TOC se preocupan excesivamente por quedar embarazadas o embarazar a alguien. Las medidas que realizan son los lavados vaginales en excesos, así como evitar lugares como albercas, baños, entre otros.
3. Orientación sexual. Alrededor del 10% de los pacientes con TOC sufren de temores de orientación sexual, que incluyen preocupaciones sobre si son homosexuales o heterosexuales.
4. Bajo deseo. La ansiedad y la depresión que experimenta una persona con TOC reducen el deseo sexual.
   Muchos pacientes temen además la aparición de pensamientos “intrusos” durante momentos de contacto sexual. El temor de que estos pensamientos invadan un espacio personal hace que muchos eviten el sexo con sus parejas. A la larga, esto puede dañar la relación de y causar mayores problemas.
   
5. “Para tratar a una persona con TOC hay que poder ayudarlo a aproximarse a su sexualidad, rehabilitar los recursos sociales e interpersonales, y desde allí tener otra actitud frente a la vida. Al medicar a un paciente obsesivo hay que pensar tanto en los efectos adversos como en la eficacia del tratamiento instaurado, de otra manera se limitará el alcance del bienestar, incluso atentando contra la continuidad del tratamiento”, concluye el Dr. Pérez Rivera.
   Si los pacientes diagnosticados con TOC reciben el tratamiento adecuado, generalmente experimentan una mejora en su calidad de vida y la capacidad para funcionar de mejor forma en sus actividades, así como desarrollar y disfrutar relaciones sociales y de ocio.

Foto de Farzad Sedaghat en Pexels